Belén Potassa, una de las santafesinas del plantel, cuenta sus sensaciones sobre lo vivido hasta acá en el Mundial. El recuerdo de China 2007, su madurez futbolística, Cañada Rosquín y su futuro en España.
Por Ileana Manucci, desde Francia
Antes de esta entrevista, el equipo tuvo su primera salida por París. Todas reconocen que lo necesitaban, luego de ya 20 días de concentración. «Era mi sueño conocer la Torre Eiffel y hoy lo hice. Estas cosas me las dio sólo el fútbol, no se si hubiera podido llegar de otra manera», reconoce Belén, una jugadora amateur, como la mayoría de la Selección, que divide sus días entre los entrenamientos y partidos con la UAI Urquiza y su trabajo de recepcionista. «No se cuánto tendría que haber ahorrado para llegar hasta acá».
Belén Potassa es, junto a Vanina Correa y Virgina Gómez, la cuota santafesina en esta Selección Nacional. En este, su segundo Mundial, Belén todavía no tuvo minutos en cancha, pero se la ve sonriente y relajada en el lobby del hotel donde el equipo concentra, en las afueras de París.
«En el Mundial de China yo tenía 17 años, pensaba en competir y nada más», cuenta sobre aquella experiencia, la última participación mundialista argentina hasta esta de Francia. «En ese momento, perder en el debut 11 a 0 frente a Alemania, nos golpeó mucho anímicamente. Me acuerdo que hablaba con mi vieja y le decía que me quería volver». 12 años después, la historia es otra y Belén es otra: «Creo que quizás este es mi último Mundial, ya no tengo 15 años, pero bueno hay que vivir los momentos. Me encuentro en una etapa de madurez, donde puedo disfrutar más de las cosas. Hoy todo el entorno te hace poner los pies sobre la tierra y vivir los momentos, disfrutarlos, de eso se trata la vida que pasa rápido».
Consultada sobre las diferencias que ve respecto de ese último Mundial que jugó junto a la Selección, Belén comenta: «partiendo de la organización ya fue todo muy distinto, y obvio el apoyo de la gente, eso es tremendo. Creo que hoy no nos damos cuenta porque estamos lejos, pero cuando lleguemos cada una a nuestras provincias se va a notar. Que haya periodistas acá cubriendo, que la TV Pública pase los partidos, que se vean en las escuelas, creo que es el puntapié inicial para cosas mejores». Cuenta la delantera que con sus compañeras fantasean con pasar a octavos y que, al volver al país, las reciba un aeropuerto repleto de hinchas. Ya se lo merecen, sin dudas.
Escribiendo la historia
«El que sabe cómo la luchamos, nuestras historias, creo que entiende lo importante que es esto que logramos», comenta Belén sobre los resultados obtenidos hasta el momento, un empate y una derrota. «Alguno se preguntará por qué festejamos un empate, o que perdimos 1 a 0, pero para nosotras es importante por quiénes fueron los rivales. Japón es el subcampeón y nosotras veníamos de un Mundial donde nos comimos 11 con Alemania. Entonces para nosotras, en un debut, empatar con Japón fue un montón».
-Además en ambos partidos Argentina aportó las jugadoras del partido, Banini y Correa.
-Y aún en el partido que perdimos, que eso no es algo que suceda siempre. Creo que eso es importante porque demuestra que más allá del resultado, se pueden sacar cosas importantes.
-Así como se pronosticaban derrotas contra esas dos potencias, tampoco se esperaba que Argentina llegue con chances al último partido del grupo ¿cómo se preparan para Escocia?
-Ahora dependemos de nosotras. Los ánimos están muy arriba, queremos ganar y quedarnos. Estamos a 90 minutos de hacer historia, de seguir haciendo historia en realidad, porque creo que ya hicimos bastante historia acá. Tenemos un grupo consciente de lo que estamos consiguiendo y entendemos que de cierta forma nosotras ya ganamos, por eso se juega sin presión, y eso está bueno. Más allá de que tenemos que ganar para clasificar, sabemos que hicimos las cosas bien hasta ahora y bueno, Dios dirá.
-¿Cómo te imaginas el partido?
-En mi imaginación entro y hago un gol -dice entre risas-. Pero creo que va a ser un partido duro, trabado, ellas tienen un juego parecido al de las inglesas. Esperemos que todas las chicas lleguen bien y metidas para conseguir un buen resultado.
Tiempo de volar
Belén fue campeona con la UAI Urquiza antes de llegar al Mundial de Francia. Fue su noveno título, ya que tiene cuatro con la UAI y tres con Boca. Antes vistió también las camisetas de Rosario Central, San Lorenzo y Santiago Morning (Chile). Con la celeste y blanca fue campeona del Sudamericano Femenino 2006, donde convirtió un gol en la final frente a Brasil.
Hace apenas unos días su futuro se hizo oficial: Belén ya es nueva jugadora del Albacete, equipo que milita en la primera división de la liga de España. «Estoy feliz, aunque no lo demuestro tanto porque ahora estoy viviendo un momento hermoso que es estar en un Mundial, así que ahora vivo esto. Cuando llegue a casa seguramente tendré tiempo de pensarlo. Pero estoy feliz, todas soñamos con ser profesionales, con poder dedicarnos sólo a jugar, y eso lo voy a poder hacer ahí».
De Cañada Rosquín a España, luego de haberla luchado desde muy chica para jugar, de haber tenido que dejar su ciudad, su gente, para buscar un futuro en el fútbol, ese futuro que por ahora parece más accesible si las pibas dejan «el interior» y se van para Capital, con todo lo que eso implica y con las pocas que logran hacerlo.
Belén vuelve cada tanto a su Cañada natal, esa donde tiene un mural con su nombre, y reconoce que todavía le da vergüenza el reconocimiento. «Cañada Rosquín ahora está revolucionada. Yo no me acostumbro todavía, pero cuando voy hay chicos que me piden que les firme las camisetas de Argentina. También que un grande como León Gieco -su coterráneo- me mande un saludo, es hermoso. Es algo lindo, pero que me cuesta todavía. Un día fui de sorpresa a una escuela y cuando me vieron salieron todos gritando. Creo que está bueno para que se entienda que las nenas pueden jugar a la pelota y que ellas vean que hay una mujer, de su misma ciudad, que logró jugar, que llegó a la Selección. Creo que eso es lo más importante».
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