Mara Gómez fue habilitada y es la primera jugadora trans del fútbol argentino

   

La futbolista de Villa San Carlos, de la Primera División de AFA, recibió la habilitación y podrá jugar este fin de semana. Un paso más hacia la construcción de un fútbol más inclusivo y menos binario, aunque aún falta mucho para dejar la discriminación atrás. 

«Nos llena de felicidad comunicarles que oficialmente Mara Stefanía Gómez es jugadora de Villa San Carlos y que podrá ser de la partida frente a Lanús por la segunda fecha del Grupo D». Con este tweet, publicado en el mediodía de hoy, el club informó de forma oficial la habilitación de la jugadora.

Mara Gómez forma parte del plante de Villa San Carlos desde enero. Desde ese momento comenzaron una serie de trámites para lograr su incorporación, los cuales se vieron demorados por la pandemia y el consiguiente parate del fútbol argentino.

Tal como recuerda en una nota en Infobae la periodista Daniela Lichinizer, «en marzo pasado Mara firmó un convenio a través del cual la AFA autorizó su participación en el certamen. De la reunión, que tuvo como sede a las oficinas del edificio de la calle Viamonte, participó el propio Claudio Chiqui Tapia, presidente de la entidad. Ese documento, entre otras cuestiones, establecía que la jugadora debía presentar una serie de estudios hormonales que demostraran que su testosterona estaba por debajo de los límites que establece el Comité Olímpico Internacional (COI), de 10nmol/L. Esto quiere decir que la Ley de Identidad de Género 26.743, que establece que todas las personas deben ser tratadas de acuerdo a su identidad de género, no bastó para que Mara fuera habilitada para jugar: aparte de presentar su DNI femenino, ella debió someterse a una serie de estudios médicos (los cuales atravesó sin problemas)».

Que hoy el fútbol argentino y femenino tenga una jugadora trans es, sin dudas, un avance importante hacia la visibilización e igualdad de las diversidad identidad de género dentro del deporte. Pero si esa inclusión se hace dejando de lado lo que manda una ley, y una ley que es orgullo y emblema en nuestro país, algo no está tan bien.

Y eso se lo hizo saber a Tapia, en aquel momento, Lorena Berdula, la representante no hegemónica de Mara -tal como a ella le gusta denominarse-. Según cuenta Lichinizer, Berdula «le hizo una suerte de chiste a Tapia respecto de si a partir de ese momento harían esos mismos controles de testosterona a todos los jugadores del fútbol masculino. Luego, le preguntó a dónde irían a jugar aquellos que dieran menos de 10nmol/L».

Mara debería haber debutado el fin de semana pasado, cuando dio comienzo el torneo. Pero pocas horas antes de salir al campo de juego, el club fue notificado de un problema administrativo con su fichaje, por lo cual no iba a poder ser de la partida en el encuentro frente a Racing. Pero ahora todo parece listo para que Mara Domínguez salte a la cancha de forma oficial frente a Lanús.

??⚽ Nos llena de felicidad comunicarles que oficialmente, Mara Stefanía Gómez, es jugadora de @CAVSCoficial y que podrá ser de la partida frente a Lanús por la segunda fecha del «Grupo D». #SomosVillaSanCarlos#VSCFem pic.twitter.com/nkyw1ehKtW

— Villa San Carlos Femenino (@VSCFem) December 4, 2020

Ante los comentarios malintencionados, de quienes entienden el fútbol en terminos binarios y excluyentes, Juan Cruz Vitale, el entrenador de Villa San Carlos, le dijo a Infobae: “Ella no marca una diferencia física, sino que tiene sus características particulares”. Y ejemplificó: “Tenemos jugadoras que son más fuertes que ella. Una de sus características es ser rápida, pero también hay otras jugadoras que son igual de veloces. La parte técnica la tiene desarrollada, pero hay jugadoras que están al mismo nivel en cuanto al contacto con la pelota. Si dentro de la cancha se ve alguna diferencia va a ser por sus condiciones técnicas y deportivas, y no por otra cosa”.

Mientras en el fútbol masculino aún ni siquiera pueden hacerse visibles los jugadores homosexuales, el fútbol femenino avanza mostrando otro camino: el de la diversidad, la inclusión y el de constituirse como un espacio de respeto para todas las identidades. Eso las jugadoras, y muchos clubes y entrenadores lo tienen claro, falta que AFA acompañe de una manera más clara y respetando las leyes que nuestro país supo conseguir.