Narela Gómez es la primera jugadora trans de la Liga Santafesina de Fútbol. En una producción especial para La Diez nos cuenta sobre su transición, el poder del fútbol, su trabajo como policía, los objetivos logrados y los sueños a cumplir.
Por Gastón Chansard
Fotos: Gustavo Rodríguez
Narela Gómez es una mujer trans que se abrazó al fútbol como millones de personas en este país. Desde ese lugar que se ganó el deporte en su vida empezó a construir un camino que está muy ligado a las aspiraciones, la voluntad y los deseos cumplidos. Ale, como la llaman sus afectos, habla y destila energía, vive con la mismas ganas y firmeza con la que juega en la defensa del Club San Cristóbal de Ángel Gallardo desde marzo de 2021.
“A mí me gustaba jugar al fútbol desde que era chico, cuando todavía no había hecho mi transición, pero con el correr de los años dejé por miedo a la discriminación, quería hacer la transición tranquila, y una vez que lo hice recuerdo que a los 17 años me volvieron a invitar a jugar. Me invitaron las chicas de la escuelita de fútbol San Francisco del barrio Barranquitas, empecé a jugar en una liga barrial y después fui a la escuela de fútbol Jesuita, donde conocí a muchas de las chicas que ahora juegan en San Cristóbal”. Con esas palabras abría la charla con La Diez contando su proceso de transición y su relación con el juego que ama.
Durante ese espacio de transición nuevamente destacó que tenía deseos de jugar, pero “el miedo a la discriminación fue superior a las ganas, el fútbol es sumamente machista, por eso tenía tanto miedo, además no sabía en donde iba a jugar y todas esas cosas que una se pregunta cuando es muy chica”.
– ¿Dónde aparece y te duele ese fútbol machista?
– A veces aparece en los árbitros, te cobran faltas que no son porque te dicen “vos tenes más fuerza”, o a veces ni la tocas y te cobran falta igual. Para mí necesitan algo de capacitación en este sentido. Después el público que está en la tribuna para mí es secundario. Hasta ahora todos los clubes me trataron muy bien y hasta me han llegado invitaciones para jugar o para dar charlas para las chicas.
– ¿Qué sentiste cuando volviste a jugar, y ese juego ya era el fútbol femenino?
– Primero sentí vergüenza, recuerdo que en el primer partido me pidieron el DNI, con muchísimo respeto, y todas las chicas me trataron muy bien, pero no dejaba de sentir algo de vergüenza. Y lo otro lo patadura que estaba (risas). Siempre recuerdo el primer partido como algo muy lindo, tuve cero incomodidad.
– ¿Qué representó el cambio legal, con tu nuevo DNI?
– Para mí todo, yo terminé el secundario con 18 años y empecé una nueva vida, la empecé a mirar con otra perspectiva, ya no pensaba como él, sino como ella. A partir de ahí me planteaba qué quería a futuro.
– ¿Qué rol jugó tu familia?
– Mi familia me acompañó en todos los sentidos, mi madre, mis hermanos, siempre estuvieron, tengo una madre que siempre me aconsejó muy bien y ahora me dice que está orgullosa de mí.
Narela hace tres años que juega en la Liga Santafesina, y cuando habla desde ese lado de futbolista le brillan los ojos de emoción. “Este es el segundo torneo que estoy en San Cristóbal y nos llevamos el ascenso, estoy muy feliz”.
Los objetivos de la felicidad
La mujer trans, la jugadora, la hija, la trabajadora, la amiga, Narela es esa persona que camina con la frente bien alta. “Hace pocos días hablaba del tema de mis logros con una hermana, y le decía que si me toca morir hoy, me muero muy feliz. Hice y hago todo lo que quiero con mi vida, y si volviera a nacer quisiera ser Narela nuevamente. Logré meterme en una carrera policial donde antes a las chicas las mataban, no podían estudiar, las corrían, hoy hago un deporte donde me escriben diciendo que se superaron gracias a mí, y ahí me pregunto qué hice, y luego lo único que hago es decirles que sigan para adelante”.
La firmeza con la que busca llegar a sus objetivos la introdujo en desafíos que parecen ser guionados para una película, al rol de la mujer trans futbolista le agregó la mujer trans policía. Su sola presencia interpela a dos espacios históricamente machistas.
“De chica quería ser policía, pero por mi transición pensé que no lo iba a lograr. Estuvo cerrada la inscripción para el femenino y cuando lo intenté me di cuenta que costaba, pero no fue imposible. Hice la carrera en dos años y no tuve ningún tipo de problemas, dentro de la carrera fui una más del montón”, asegura.
En referencia a los malos tratos policiales, Narela no gambetea el tema y dice: “la Policía de antes no es la misma que la de ahora, está más capacitada para afrontar ciertas situaciones, el colectivo (LGTBI) tampoco es el de antes, se sufría y se quedaba callado, eso ahora ya no pasa, también hay otros medios donde se puede saber todo”.
Narela se introduce más en el tema policial y cuenta que “los cambios se están viendo a través de las capacitaciones que se están haciendo, como la ley Micaela, que la tenemos que implementar todos los del personal policial”.
Lo último que dice sobre la Policía es trascendental: “Nosotras mismas damos el ejemplo, porque dentro de las fuerzas no soy la única, hay otras compañeras más chicas, todas estamos en la misma, simplemente queremos trabajar”.
“El fútbol es amistad”
La charla sigue, el sol en el Parque Federal comienza a esconderse atrás de Aristóbulo del Valle, pero la defensora de San Cristóbal no esconde ni media palabra, quiere contarle a todo el mundo lo que el fútbol le brindó. “El fútbol me dio de todo, alegrías, tristezas, amistades. El fútbol es amistad y las enseñanzas que te deja son hermosas”.
– ¿Cuáles son los objetivos luego del ascenso con San Cristóbal?
– Seguimos muy alegres y felices. Hace un año que no perdemos, así que queremos llevarnos todo por delante, pero sabemos también que nos va a costar un montón, en Primera hay muy buenos equipos.
La emoción cuando habla de San Cristóbal aparece nuevamente en su mirada, y no duda en afirmar que es ese lugar que le dio muchísimo, “por eso también tengo una alegría terrible al poder devolver todo lo que me dio, la oportunidad de jugar en la Liga para mí fue muy importante”.
– ¿Qué consejo le darías a esas chicas que te escriben en las redes sociales?
– No soy la mejor dando consejos, pero siempre les digo que estudien e intenten llegar hasta donde quieran llegar, siempre con respeto. Nosotras podemos llegar lejos, pero creo que nos faltan oportunidades, y cada vez que nos dan oportunidades las sabemos valorar y aprovechar. La oportunidad que tienen todos y nosotras no, esa oportunidad que buscamos después le sabemos sacar bien el jugo porque estamos capacitadas, y me refiero a todo tipo de actividades.
– ¿Cuál es tu sueño?
– Más adelante ser madre, criar a una persona para darle todo el cariño que yo recibí de mi familia.
Nombre: Narela Alejandra Gómez Nacimiento: 29 de abril de 1994, Santa Fe Nacionalidad: Argentina Altura: 1,71 Peso: 80 kg Deporte: Fútbol Club actual: San Cristóbal Liga: Primera División Liga Santafesina Posición: Defensa Dorsal: 2
Esta nota es parte del proyecto Comunicar Diversidad, de Wikimedia Argentina.
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