También se crece con derrotas

   

Italia le ganó 1-0 al seleccionado argentino en el debut del Mundial 2023. En un buen partido, ante un equipo superior, las europeas llegaron al gol en el minuto 86. Aunque la caídas siempre duelen, Argentina mostró un gran progreso. El jueves hay revancha ante Sudáfrica.   

Argentina no pudo reflejar en el resultado los últimos años de crecimiento. Hizo un partido inteligente ante una selección que en el último Mundial estuvo entre las ocho mejores y en el actual quiere ir por más. Frente a ese equipo, las albicelestes (que nunca ganaron un partido en un Mundial) jugaron de igual a igual, sostuvieron el ritmo físico y acariciaron el empate.

Teniendo en cuenta el proceso del seleccionado nacional es necesario aclarar ciertas cuestiones, sobre todo cuando que se ignora -o se olvida- y se opina desde la vereda del «resultadismo». Argentina nunca ganó un partido en un Mundial -apenas sacó dos empates en Francia 2019-, fue abandonada por AFA durante dos años, no jugaba con nadie. El torneo local era amateur hasta hace muy poco tiempo, las futbolistas trabajaban, estudiaban y además jugaban al fútbol. La mejor jugadora (Banini) fue excluida dos años por criticar al DT anterior, y la lista de carencias puede seguir. Mientras tanto, las italianas se desarrollaban en todo sentido.

Llegar a buenos resultados es proyecto, es trabajo ordenado, es coordinación general entre varias partes, es inferiores en todos los clubes, es una Liga profesional, es un duro entrenamiento físico, técnico, es infraestructura y otros tantos aspectos más que te llevan a competir para lograr éxitos. Para Argentina ganar un partido es el éxito de su historia.

El partido

El encuentro comenzó con un avance argentino y un intento de tijera de Larroquette que se fue cerca del arco italiano. En apenas un minuto la intención de las compatriotas era jugarle de igual a igual a las europeas.

Italia contestó a los 9 minutos con un remate de Giacinti que fue tapado por Vanina Correa. A los 15 llegó el primer susto de la madrugada cuando Caruso convertía, pero el VAR ratificaba que estaba en posición adelantada.

El encuentro era parejo, de mucha lucha física y ambas con la intención de salir jugando siempre. En Argentina, la idea de jugar con la pelota al pie y dejar de tirar pelotazos es un sello distintivo de Germán Portanova. Con esa idea tuvo ráfagas de buen fútbol, con asociaciones que llegaban desde el sector izquierdo, por donde se movía Estefanía Banini.

El segundo gol anulado de la primera etapa llegó a los 42 minutos, cuando Giacinti caía en posición adelantada. Pero más allá de esos sobresaltos, Argentina mostró en la primera etapa un claro espíritu de equipo, donde todas intentaron jugar con pases cortos y se sacrificaron para presionar a un rival muy exigente.

 

 

Entre Romina Nuñez, Eliana Stabile y Estefanía Banini se armaba el podio de las mejores jugadoras argentinas del primer tiempo. Con inteligencia y sin jugarle al «palo por palo», teniendo en cuenta el nivel físico y de velocidad de las italianas, el equipo albiceleste fue competitivo en los 45 minutos iniciales.

En el comienzo del segundo tiempo el seleccionado argentino tuvo la jugada más clara del partido, Stabile remató un tiro libre esquinado y la arquera italiana la sacó con un gran esfuerzo.

Más allá de esa jugada de Argentina, Italia encontró su mejor cuarto de hora en el comienzo de la segunda etapa, ganó la mitad de la cancha y a partir de ahí se adueñó de la pelota. La tenencia del balón y la superioridad que mostraban las europeas no era suficiente para hacerle pasar malos momentos a Vanina Correa.

Cuando el equipo argentino volvía a emparejar el encuentro tuvo un tiro libre similar con Eliana Stabile como protagonista. Ejecutó cruzado, la arquera metió los puños, la pelota rebotó en Larroquette y se fue muy cerca del palo.       

A la media hora de juego el entrenador sacó a Romina Núñez y en su reemplazo entró Yamila Rodríguez. La ovación en el estadio se hizo sentir, el ingreso de la delantera del Palmeiras era el mejor síntoma de que Portanova y sus dirigidas apostaban a ganar.

Cuando todo se encaminaba al empate, con Argentina más adelantada en el terreno, a los 86 minutos las italianas escalaron por el sector izquierdo, llegó un centro perfecto y un cabezazo extraordinario de Girelli puso el 1 a 0 para las Azurras.

Argentina metió dos jugadoras ofensivas más sobre el final (Ippolito y Gramaglia) y hasta tuvo una oportunidad para empatar, pero la arquera Durante le sacó un tiro libre potente a Florencia Bonsegundo.

El debut mundialista dejó la amargura de un resultado adverso, dolió por el orden del equipo, por las buenas intenciones de juego, por el enorme despliegue físico, y porque llegó sobre el final cuando parecía que era un cerrado 0 a 0. Hoy es más que un debut con caída, hoy es una derrota que será parte del crecimiento.

Hay revancha, hay Sudáfrica el próximo jueves.

 

 

 

 

 

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