La delantera argentina habló con La Diez sobre su presente en la Selección, el consejo que le dio Banini, los objetivos del equipo de cara al cierre de la fase de grupos y sus referentas: Marta y Rapinoe.
Por Ileana Manucci, desde Auckland
En 2019, cuando se dio a conocer la lista de futbolistas que viajarían a jugar el Mundial de Francia, el suyo quedó afuera. Hoy lo dice: fue un golpe duro que casi la sacó para siempre de las canchas. «Yo aprendí a ser fuerte porque Dios me da esa fuerza para seguir, y mi familia que es fundamental», dice Yamila Rodríguez, desde la concentración de la Selección Argentina en Auckland.
«Quise dejar algunas veces porque estaba muy lejos», cuenta la misionera. «Soy la más chica de 10, tengo nueve hermanos, y me costó irme de casa porque no sabía con qué me iba a encontrar. Con lo del Mundial pasado no quería jugar más, no quería ver una pelota, pero me fui a mi casa, a los brazos de mi mamá y el apoyo de ellos fue clave«.
Ese golpe, en 2019, explica un poco su felicidad de hoy, a pesar de que los resultados no están acompañando al equipo que conduce Portanova. Es el primer Mundial de Yamila y eso es motivo suficiente para ser feliz. «Cuando iba a entrar el entrenador me dijo que ayudara a mis compañeras, que gambetee como me gusta, que disfrute, y eso hice», dijo la futbolista tras la remontada con Sudáfrica.
Consultada por lo que pasó durante la semana previa al partido, con el hostigamiento en redes sociales, la futbolista le restó importancia: «Yo salgo a disfrutar, a reírme y a jugar este deporte hermoso. Yo estoy disfrutando, si estoy mal me voy a que mi mamá me abrace, pero ella también lo está disfrutando desde casa».
🙏🏼❤️🩹 pic.twitter.com/XoCMThenrP
— Yamii Rodriguez⚽ (@YamiiRoddriguez) July 25, 2023
La fama, lo bueno y lo malo
En Argentina el fútbol comenzó su proceso de profesionalización en 2019. En estos cuatro años, con la televisación de partidos y la plataforma que ofrecen las redes sociales para visibilizarse, las futbolistas de nuestro país comenzaron a ser conocidas. Al menos para el público que sigue la disciplina, sus caras ya no son rostros desconocidos, sus apellidos comienzan a ser plasmados en camisetas, hay cuentas de fans, se están convirtiendo en referentas.
Eso ayuda a amplificar la llegada del fútbol femenino al gran público, pero también es un arma de doble filo: viene el reconocimiento pero también las críticas y, sobre todo en estos tiempos, el odio destilado a través de las redes sociales.
Yamila Rodríguez ha estado en ese ojo de la tormenta varias veces. No tiene filtro, para bien y para mal. Y no reniega de eso, aunque también tuvo que pedir que paren los ataques porque no la estaba pasando bien, en pleno Mundial. «No me gusta la fama. Pero yo digo que no soy famosa ni una persona pública, porque yo no lo veo así, pero bueno el deporte, lo que estoy haciendo, hace que esté por todos lados. Mis sobrinos me dicen que soy la tía famosa pero yo les digo que solo soy Yami», dice la misionera.
Tras esa semana difícil, luego de su debut mundialista, la delantera entró frente a Sudáfrica a los 13 minutos del segundo tiempo, cuando Argentina perdía por 1 a 0. Cuando el público la vió lista para salta a la cancha, la ovación fue unánime, y ella respondió con gambetas, potencia y la asistencia para el gol de su amiga, Romina Nuñez. Parece que en la adversidad, con más ganas sale a pelear: «Me gusta jugar este tipo de partidos, en estos estadios, con la gente, no me intimida para nada. Me gusta esa clase de adrenalina y de presión, no me afecta».
Entre esas cosas buenas que tiene a fama o el reconocimiento, está el amor de los niños y niñas, entre ellos los hijos de Vanina Correa, que en el partido despedida en San Nicolás querían entrar a la cancha con ella y no con su mamá. «No se por qué me quieren los niños, habría que preguntarles a ellos, capaz les gusta mi locura, que sea así, trato de ser transparente, creo que en ningun lado mostré ser algo que no soy. Hace poco me mandaron el video de una nena que decía que quería ser como yo y eso me llena mucho de orgullo».
Las referentas y el cambio generacional
En este Mundial de Australia y Nueva Zelanda importantes referentas están jugando sus últimos minutos: Megan Rapinoe y Marta, en Estados Unidos y Brasil, respectivamente, y Vanina Correa y Estefanía Banini en Argentina, son algunas de ellas.
Las dos primeras se cuentan entre las ídolas de Yamila Rodríguez. «Ellas me inspiraron», dice con claridad. «Cuando venía creciendo y empecé a jugar en la Selección me decían que ibamos a jugar un partido contra Estados Unidos o Brasil y yo solo pensaba en ellas, y no sabía cómo iba a reaccionar. Ya pude cambiar camiseta con Megan y ahora lo que más anhelo es hacerlo con Marta, no se cómo ni dónde, pero deseo eso. En lo personal me inspiraron mucho, Megan tiene una voz fuerte y se enfrenta a todo, no le importa nada, solo los valores de la mujer, me gusta todo eso de ella».
Entre las 23 jugadoras argentinas que están disputando este Mundial, 11 son debutantes, y Yamila es una de ellas. Estos son los últimos partidos de Vanina Correa -que ya jugó cuatro Copas del Mundo y tiene 39 años- y de Estefanía Banini -que en la previa anunció que ya no volvería a jugar con la Selección-.
Consultada por cómo se vive desde adentro el recambio generacional de Argentina, la delantera cuenta: «Banini no es de acercarse a nadie, ella es muy seria así como se ve, y en la cancha hace todo lo que hace. En la Copa América vivimos muchas cosas y yo le dije que era un lujo jugar con ella, porque te hace todo más fácil, que era un orgullo compartir con esa clase de jugadora. Ahora ella se acerca a mi, me dice que soy una gran jugadora y que me tengo que cuidar porque la Selección me necesita«.
Rodríguez también habla de Correa como «una gran capitana» y mete entre ese grupo de referentas a Aldana Cometti, dice que ambas «le hablan mucho». Sobre la nueva camada de futbolistas, son todos elogios para su amiga Romina Nuñez: «Yo lo que más quería cuando volví de Brasil era juntarme con ella. Nos conocimos por esta camiseta y ahora es mi otra mitad, es una gran persona, una gran jugadora».
Yamila se emociona cuando habla de su mamá y de sus compañeras: «De todas mis compañeras saco cosas, aprendo, porque todas tienen algo bueno. Ellas son las que están acá, en la concentración, viviendo todo juntas. Saben lo que me molesta, lo que me pone mal. Mi equipo es todo, es muchisimo para mi y en estos días que pasó de todo estuvieron siempre ahí».
¿Qué es hacer historia para Yamila Rodríguez?
Argentina vino a este Mundial con un objetivo: ganar por primera vez un partido. Ya pasaron los dos rivales, a priori, más accesibles, y el triunfo no llegó.
Este miércoles se cierra la fase de grupos frente a Suecia, uno de los candidatos al título, que venció 2-1 a Sudáfrica y aplastó 5-0 a Italia. Es un equipo muy superior, top 3 del mundo. Si, es fútbol y todo puede pasar, pero ese objetivo inicial, de los primeros tres puntos, parece ya ser difícil de alcanzar.
¿Cuál es el balance del Mundial si Argentina no consigue ese objetivo? ¿Se hace historia igual si no se gana? Así responde a estas preguntas Yamila Rodriguez: «Yo creo que desde el día 1 que estuvimos preparándonos en el predio hicimos muchas cosas. Ahora viene Suecia, estoy confiada en mi equipo y en lo que tenemos que hacer, y si no se da es porque está escrito que no se de para nosotras, porque puede venir algo mejor. Yo creo que todos los días hacemos historia, como este empate, que no queríamos pero se remontó el partido. Pero creo que más allá de eso yo hoy puedo decir gracias equipo por la garra, el corazón, y la sangre que tiene cada una. No me gusta perder pero yo me quedo con este equipo para siempre«.
Esta entrevista fue realizada de forma colaborativa con Delfina Corti.
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