«No terminó el Mundial, queremos ganar el partido sino ni entraríamos a la cancha»

   

Germán Portanova y Dalila Ippolito hablaron con la prensa en la última conferencia pre partido de la fase de grupos. El entrenador remarcó que, si bien saben la potencia que es Suecia, buscarán competir y ganar. «El equipo cree en grande, creemos que podemos conseguir esa victoria», aseguró la futbolista. 

Por Ileana Manucci, desde Hamilton

El día -1. Así se le dice en la jerga del Mundial al día previo a un partido. Argentina se juega este miércoles su última ficha ante el rival más difícil del grupo, Suecia, y en la previa el entrenador Germán Portanova y Dalila Ippólito respondieron durante casi media hora las preguntas de las periodistas argentinas en la sala de conferencias del estadio Waikato de Hamilton.

Desde la primer pregunta el DT dejó en claro que saben bien a quién se enfrentarán. Suecia es la selección número tres en la clasificación FIFA, detrás de Estados Unidos y Alemania. «Venimos preparándonos para afrontar este partido de la mejor manera, ellas son jugadoras altas, es el equipo que mejor maneja la pelota parada, hay que tomar precauciones. Tendremos que hacer un partido perfecto para poder competir«.

En efecto, las suecas son altísimas: la altura promedio del plantel es de 1,71. Mientras que Argentina tiene un promedio de 1,64. La pelota parada será clave. «Tenemos que contrarrestar en bloques, unidas; cuando acortamos los espacios creo que podemos defender mejor, si jugamos con un equipo largo ellas pueden tener espacios», analizó el DT.

«Hacer un partido perfecto es, primero, no perder nuestro juego», dice Portanova. «Tenemos que intentar jugar a lo que vinimos, es parte de nuestro triunfo competir de la mejor manera, más allá de las dificultades. Y cuando ellas tengan la pelota estar muy concentradas en los movimientos. Nosotras sabemos que vamos a tener posibilidades de golpear y ahí tenemos que ser efectivas».

El entrenador no dio indicios de cuál será el 11 titular pero si se sabe de un cambio obligado: Miriam Mayorga acumuló dos amarillas y no podrá estar frente a Suecia; su reemplazo sería Adriana Sach. También podría darle algunos minutos a Camila Gómez Ares, que aún no debutó en el Mundial.

Colombia y el entusiasmo

El domingo Colombia dio uno de los grandes golpes de esta Copa del Mundo: en el minuto final le ganó por 2 a 1 a Alemania, el número 2 del ránking FIFA. Consultados sobre si este tipo de resultados y la actuación de un equipo sudamericano entusiasman al plantel, Portanova fue contundente: «Para mi no tiene nada que ver. Colombia tiene otras jugadoras, con otro estilo, y tiene la posibilidad de la velocidad y la potencia como las selecciones europeas, nosotras tenemos que hacer otra clase de partido porque no tenemos esa potencia y esa velocidad. Estamos contentos con esto que está pasando, pero no porque ellas hayan hecho un gran partido eso nos va a empujar a nosotras, a nosotras nos empuja nuestro trabajo, nuestra creencia, nuestra identidad».

Para Ippolito, en cambio, si hay algo que despierta cierto entusiasmo de la victoria cafetera: «Somos muy diferentes, pero yo lo siento como un estímulo que los equipos de Sudamérica estén en pleno crecimiento y que Colombia demuestre su juego, su actitud, su garra, que es un poco lo que identifica a toda Sudamérica. Creo que eso un poco lo compartimos, pero después es fútbol y puede pasar de todo».

Las brechas que persisten

La potencia física. Ese concepto, esa realidad, se impone en los análisis de este Mundial, se impone en los argumentos y explicaciones que Portanova enuncia. Argentina tiene grandes jugadoras, vimos pasajes de buen fútbol, de asociaciones exitosas, de gambetas. Pero aún nuestro plantel, en buen medida, carece de las atletas que las grandes Selecciones tienen.

No es una crítica a las jugadoras, es una realidad que tiene que ver con el desarrollo del deporte en cada país, del tipo de entrenamiento que ese desarrollo propone y ofrece a las futbolistas. Nuestro liga local está en un lento proceso de crecimiento y profesionalización, pero aún falta mucho y ese contexto es clave para entender mucho de lo que hoy vemos -y no vemos- en la cancha.

El entrenador lo explica así también: «Hay un abismo entre nuestro torneo local y un partido internacional, jugadas que se pueden hacer en nuestro torneo acá no son reales, ni siquiera empieza la jugada. Tenemos que mejorar nuestro torneo, mejorar su nivel y creo que eso va a ayudar mucho».

A ese fútbol cada vez más físico, técnico y potente, Argentina todavía lo corre desde atrás. Pero también tiene algo que ya está casi en extinción: la magia y la desfachatez del potrero. «El potrero se ve poco en el Mundial y ya se ve poco en el fútbol, ahora es todo más físico. Tenemos que habituarnos a eso, pero a mi la gambeta me trajo hasta acá así que es algo que no voy a perder nunca, porque es lo que me gusta y me hace feliz dentro de una cancha», afirmó Ippolito, la dueña hoy de la camiseta 10 de la Selección.

Portanova señaló, además, algo clave sobre la posibilidad medirse y competirle a una potencia como Suecia: «No tenemos muchas oportunidades de jugar con potencias, la verdad es que no aceptan jugar una fecha FIFA con nosotras, y ahora tenemos esta posibilidad de probarnos. Creo que si ahora le decimos a Italia ‘hagamos una fecha FIFA dentro de seis meses’ nos dicen que si, porque se vió que Argentina compite».

Creer

La sensación de que Argentina dejó pasar las mejores chances de ganar ese histórico primer partido frente a Italia o Sudáfrica, están en el aire. Si, es fútbol y todo puede pasar, pero en la previa, en los análisis, nada le augura a nuestra Selección un resultado favorable frente a una de las favoritas para llevarse el trofeo.

¿Argentina hace historia igual en este Mundial si no consigue ganar un partido? ¿Qué es hacer historia? «Queremos competir de la mejor manera, dejar todo, quedarnos vacías, eso es ganar para nosotros y ellas van a dejarlo todo, después vamos a poder dormir tranquilas y ver qué sucede en el futuro», dice Portanova ante la consulta, y agrega: «Queremos ganar todos los partidos, pero nos propusimos también ciertos objetivos. Si nos proponemos solo ganar, tal vez nos vamos a frustrar, porque ganar no sucede todos los días. Creo que se está compitiendo muy bien, estamos por momento satisfechos, felices de jugadas y de cómo se paró el equipo para hacerlo de igual a igual, eso creo que para nosotros es ganar. No terminó el Mundial, queremos ganar el partido que viene, tenemos fe sino ni entramos a la cancha. Después evaluaremos lo que fue el Mundial, pero queda un partido y queremos ganar».

Dalila Ippolito, que sólo sumó algunos minutos frente a Italia, responde rápidamente y con seguridad la pregunta sobre si internamente creen que pueden vencer a Suecia: «Si claro. El equipo cree en grande, creemos que podemos conseguir esa victoria, nos lo merecemos por todo el sacrificio que venimos haciendo, dimos mucho y creo que llegamos mucho mejor que antes a esta competencia. Vamos a ir por todo y dar lo mejor de cada una».

Las remontadas contra Escocia en 2019 y la del viernes frente a Sudáfrica dan muestra de cierto ADN argento de levantarse ante las adversidades, de ser mejores cuando todo está saliendo mal. Dalila explica esto y deja el mensaje para lo que viene: «Quizás no sale todo lo que planteamos en un partido, pero esta Selección Argentina tiene amor, tiene pasión, por esta camiseta, por su gente. Ver la gente en las tribunas es algo nuevo para nosotras en un Mundial, es impactante, vemos eso y decimos «¿cómo no vas a correr?«. La garra, la actitud que nace sola, es parte de nuestra identidad, eso no va a faltar nunca en esta Selección».